Si algo tenemos que agradecer a la Crisis es que ha sacado a la luz todas las vergüenzas de los políticos y sus formas de actuar. Toda la corriente del 15M, los Indignados, Democracia Real Ya, Otro Mundo es Posible, etc. son consecuencia del descontento por como actúan los políticos en la política que nos han querido vender.
Una de las exigencias más extendidas es la de aumentar la Participación Ciudadana, ya que en la actualidad nuestra Democracia sólo permite nuestra participación cada 4 años, cuando se nos pide el voto, para que después pasemos a ser unos ciudadanos pasivos. Esto más que Democracia es Despotismo Ilustrado. Desde la Mesa de la Ría lo hemos dicho en más de una ocasión: QUIENES NOS REPRESENTAN EN REALIDAD NOS REEMPLAZAN.
La nueva ciudadanía surgida de las redes sociales y la indignación se ha dado cuenta que puede aportar más, que tiene una obligación de participación, que puede criticar, informar y asesorar, y que su opinión puede ser válida, y tiene que ser escuchada.
Aún, a fecha de hoy, la clase política no se ha dado cuenta. Siguen actuando igual, con pequeño cambios, más simbólicos que efectivos. Y la única utilidad que le encuentran a las redes sociales es la de mantener una campaña electoral permanente, pura propaganda, pero evitando la participación y la interacción con el ciudadano, salvo excepciones.
Pero todo eso ha cambiado, la ciudadanía queremos mayor protagonismo y participación, y más en un gobierno municipal. Esto exige además una mayor transparencia por parte de las administraciones, y todos debemos conocer en que se gastan nuestros impuestos.
Participación y transparencia volverían a conseguir dar un margen de confianza a la clase política por parte de la ciudadanía, y herramientas hay para ello. En el caso de las cuentas debería ser sencillo, a salto de un click, consultar facturas y pagos realizados por el Ayuntamiento. La web social puede ayudar a un contacto directo de los onubenses con la administración, así como en la toma de decisiones que nos influyen a todos.
Otra cosa sería el cambio estructural en la Democracia española, así como en la ley electoral, es esencial el permitir las listas abiertas, para evitar, entre otras cosas, la dictadura de los partidos mayoritarios, pero eso es otra historia.
Paco Romero
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